El cannabis puede afectar tu salud si lo fumas, lo comes, lo bebes, lo vapeas o lo ingieres por extracción (dabbing). Aunque aún se está investigando, aquí te mostramos los efectos a la salud que conocemos hasta ahora. Muchos de estos efectos pueden aumentar con el consumo frecuente y a largo plazo.
Consumir cannabis puede afectar tu salud y la de otras personas.
Las crisis de angustia, la paranoia y las alucinaciones pueden ser más frecuentes cuando se consumen productos con altas concentraciones de THC y en personas con antecedentes familiares de enfermedades de salud mental.
El embarazo y la lactancia son etapas muy importantes en la vida, y cada experiencia es única. Para proteger tu salud y la de tu bebé, los CDC, la Dirección General de Salud Pública y el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (American College of Obstetricians and Gynecologists) recomiendan no usar cannabis durante este período. Comprender a fondo los efectos del cannabis en el feto o el bebé ha sido difícil debido a las limitaciones en la investigación y porque quienes lo consumen muchas veces también usan otras sustancias, como alcohol o tabaco. Sin embargo, es importante conocer las siguientes cuatro cosas. También, puedes encontrar un folleto sobre embarazo y lactancia en siete idiomas aquí.
Para obtener ayuda para dejar el cannabis, llama a la Línea de Ayuda de Recuperación de Washington al (866) 789-1511. Si alguien ingiere cannabis accidentalmente, contacta al Centro de Envenenamiento de Washington (Washington Poison Center) en línea o llama al (800) 222-1222.